Las pantallas del futuro, a la venta en 2011

Hace poco se otorgó el Premio Nobel de Física 2010 a dos investigadores de la Universidad de Manchester, Andre Geim y Konstantin Novoselov. El motivo del Premio fue que habían logrado aislar, por primera vez, un material del que se suponía su existencia pero que aún no había podido ser creado artificialmente: el grafeno. Formado por átomos de carbono (igual que el grafito, el carbón o el diamante), pero cuya estructura es sensiblemente distinta: están dispuestos en una única lámina.

Sobre los usos del grafeno se podría escribir un libro (probablemente lo haya ya, o lo habrá): conductores o superconductores a bajas temperaturas, chalecos antibalas,  ... Hoy hablaremos solamente de su uso como pantallas.

Pero para empezar, ¿qué es el grafeno y qué lo hace tan especial?

Pues bien, como hemos dicho el grafeno es un material formado por átomos de carbono, dispuestos en forma hexagonal y con un espesor de un átomo. Presenta además unas cualidades físicas que lo convierten en un material único. Sin entrar en Física Teórica, basta decir que el grafeno es un semiconductor como no conocemos ningún otro hoy en día. Ni el silicio, actualmente el semiconductor por excelencia de la industria electrónica (o de la industria, en general) puede compararse con las propiedades físicas del grafeno. También presenta. no obstante, diversos inconvenientes, especialmente en lo que a su uso como sustituto del silicio se refiere. Ni siquiera sabemos hoy en día los usos que puede llegar a tener, tan sólo estamos empezando a "conocerlo" al fin y al cabo.

¿Por qué se supone que será tan especial entonces su uso como pantalla? Lo cierto es que no se parecerá en nada a las pantallas que existen hoy en día. Infinitamente más delgado que una pantalla LED o LCD, tendrá un grosor de tan sólo un átomo. Lo que, además de flexibilidad, nos brindará la oportunidad de guardar una pantalla en nuestros bolsillos sin ningún problema. Una foto explicará esto mejor que las palabras:

Se espera que Samsung comercialice las primeras pantallas de grafeno en 2011. Y esto será sólo el principio de una pequeña revolución que vamos a vivir. Imagina que, con una pantalla cuyo tamaño puedes variar a tu gusto, que pudieras guardar en tu bolsillo, pudieras leer el diario, un libro, televisión o internet en cualquier lugar. De un modo más sencillo, económico y cómodo de lo que un móvil de última tecnología odría hacerlo. Que te la pudieras enrollar en la muñeca y utilizarla como reloj (permitiría además una medición muy precisa de las condiciones climatológicas debido a la sensibilidad del grafeno). Para esto, la verdad es que no quedan muchos años. Según especialistas, como mucho diez años, y probablemente sean menos.

Para terminar esta introducción a un material que se espera permita unos avances impensables hace poco en disitintos ámbitos de la ciencia y la industria (algunos de estos campos estoy seguro no los podemos ni imaginar todavía), aquí un vídeo en el que vemos exactamente lo que estábamos hablando: